Tengo una lista mental de ciertas cosas que me gustaría hacer a lo largo de estos años, como cantar en un coro de gospel rodeado de monjas de color cuanto más gordas mejor, con la superiora como directora y otro hermana al piano animando al personal. Siempre he querido también tirarme des de un avión y estar cerca de saber lo que es volar, o montar en un aerostático sobre la sabana africana. El lunes pasado descubrí que salir en televisión era algo que tenía que hacer pero aún no lo había descubierto. Euforia no, lo siguiente y más si justo antes de salir te das cuenta que no te has puesto los zapatos y tienes que aguantar el tipo para que Vicky no se ponga nerviosa. Sí, este tipo de cosas me suelen pasar, no sé si por despistado o por novato, el caso es que antes de emitir el video que iba a darnos paso, me di cuenta que llevaba puestas las bambas de ensayo, y no los zapatos. Pero no hay mal que por bien no venga ya que una vez me los puse (gracias a una bailarina que los fue a buscar como una loca) se me pasaron todos los nervios que tenía en ese momento y salí a bailar más agusto que un arbusto, ya feliz con mis zapatos de baile. Así que para aquellos que vieron el programa y no entendieron la anécdota de Vicky "pensaba que me había dejado los zapatos, una cosa rarísima...", pues no fue ella, sino un servidor.
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